Barcos de Leyenda

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La Numancia fue uno de los barcos más modernos de su época, y también uno de los más importantes en la Historia de la Armada Española, de la que abarca medio siglo. Protagonista de un famoso periplo moderno, fue la primera fragata acorazada en dar la vuelta al mundo, participando en algunos de los combates navales más relevantes de su tiempo.

Construida en los astilleros franceses de Tolón, donde fue botada en 1863 y puesta en servicio un año después, este buque desplazaba 7.402 toneladas, con una eslora de 96 metros y una manga de 17,34 metros. Impulsado por una máquina de 1.000 CV. que le proporcionaba una velocidad de 12 nudos, conservaba tres palos para la navegación auxiliar a vela. Su tripulación era de 590 hombres. Sobre un casco clásico de madera de teca llevaba una protección de hierro de 13 centímetros de grosor que blindaba la fragata desde 2.3 m bajo la línea de flotación hasta la cubierta principal. También estaba dotada de una artillería moderna para su tiempo (34 cañones de 20 cm/68 libras), que tuvo oportunidad de utilizar a menudo durante su viaje inaugural, cuando en 1864 fue asignada a la escuadra del Pacífico para combatir a las naciones hispanoamericanas recientemente independizadas.

 

España prefiere honra sin barcos a barcos sin honra

Méndez Nuñez, antes del combate de Valparaíso